Con el fin de promover la seguridad alimentaria y facilitar el acceso a los alimentos a la población guatemalteca que vive en condición de pobreza y pobreza extrema, el Ministerio de Desarrollo Social -Mides- realizó una propuesta de reorganización del programa Comedor Social.
El ministro de Desarrollo Social, Raúl Romero Segura, explicó que a nivel institucional se trabaja en estrategias dirigidas a fortalecer los programas sociales, teniendo en cuenta la focalización e inclusión de personas en situación de vulnerabilidad.
En el caso del programa Comedor Social, la reformulación consiste en tres etapas:
- Priorizando áreas: Focalización de áreas con mayores índices de desnutrición, priorizadas a nivel nacional por la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional -Sesan-, como parte de la “Gran Cruzada por la Nutrición”.
- La nutrición es primero: Verificación de contenido nutricional mediante la intervención de un equipo de nutricionistas, que garanticen que las porciones servidas contengan la calidad alimenticia suficiente para atender a las personas usuarias.
- Calidad y precio: Mejora de calidad de los alimentos y mantenimiento del precio actual, a fin de conservar la gratuidad del servicio actual y ofrecer raciones nutritivas, balanceadas e higiénicas a la población priorizada.
“Se está logrando una reducción sustantiva porcentualmente en precios de desayunos y almuerzos, que se va a traducir en mejor calidad y más raciones. Es decir, con la misma cantidad y el mismo presupuesto se dará de comer a más gente, priorizando a niños, adultos mayores y personas con discapacidad. También se logró una donación de 57 mil raciones que se traduce a cero costos para el presupuesto del Mides.”, manifestó Romero.
Esta donación de 57 mil raciones de alimentos fue realizada por la empresa que ofrece el servicio actualmente y se otorgó del 04 al 11 de febrero 2020, periodo durante el cual se efectuó la negociación debido a que el Ministerio no podía permitir que no se atendiera a las personas usuarias por finalización de contrato.
El enfoque social es fundamental para reducir el índice de desnutrición. Todos los programas sociales deben ser transparentes, beneficiar a la población más necesitada y dar sentido social a las funciones del Estado.